miércoles, 4 de noviembre de 2015

EL AÑO DEL TIGRE, ANTOLOGÍA POÉTICA, EN LA COLECCIÓN "EL TORNO LITERARIO"

Para la sección de, Libros de El Torno Literario, del blog de la revista Entorno Literario, ofrecemos el título, El año del tigre, antología de poemas entorno a la figura del tigre, editado en la colección, El Torno Literario, número 2, de la editorial Entorno Gráfico Ediciones. Ofrecemos una sinopsis del libro y un par de poemas.


   


 EL AÑO DEL TIGRE, ANTOLOGÍA POÉTICA, 

EN LA COLECCIÓN "EL TORNO LITERARIO"




 
De Miguel Rodríguez Acosta

El año del tigre, es una cuidada selección de poemas (llevada a cabo por la profesora de la Universidad de Granada, Alicia Relinque, la cual es también responsable de las traducciones de autores chinos al idioma español sobre la singular y fascinante temática del tigre, con una breve aproximación al tema en el ámbito artístico, literario y sobre todo poético; con un prólogo redactado para la ocasión por quien suscribe esta entrada, como director de la colección de poesía de la editorial de nuevo cuño El torno gráfico ediciones.

Se ofrecen versos de poetas muy variados de oriente (desde el  Shijing, algún anónimo, y de poetas como Cao Cao, Wang Can, Lu Ji, Li He, Li Shangying, Li Shangyin, Mei Yaochen, Lu You y Niu Han), y poetas occidentales desde el siglo XVII hasta nuestros días (William Blake, Rubén Dario, Vicente Aleixandre, Jorge Luis Borges,  Antonio Carvajal y Francisco Acuyo). Podrá constatrse el influjo de esta figura felina en el ámbito de la poesía. Ofrecemos uno de los poemas incluidos en el poemario, así como uno de los dibujos que ilustran la antología, con artistas como Miguel Rodríguez Acosta, Pedro García Arias, Mª José de Córdoba, Emilio Peregrina...


Fragmento de la introducción



EL AÑO DEL TIGRE
 (PANTHERA TIGRIS)




NUNCA gozara especie alguna en el reino animal de consideración tal y reverencia tanta, como el prócer tigre eminente (panthera tigris). Nunca suficientemente ponderado en su plástica euritmia y mística presencia, en el exuberante y todavía opimo y prominente dominio de animalia, así se manifiesta y se le reconoce en tan subida, ilustre y excelsa prestancia. Altivo félido que puebla mucho más que las remotas sendas de la India, los ásperos paisajes de Manchuria o las tupidas selvas de Laos o Birmania, acaso también alguna vez por el pie humano trasegados. Además, o sobre todo, singular habitante de las simas o el culmen de la conciencia: del espíritu inescrutable, del mundo arcano del inconsciente y del signo no del todo descriptible del instinto colectivo; morador de consuno de los tratados de alquimia y geomancia, señor de toda suerte y laya de atributos, señales, condiciones y principios; dueño de la audacia y del presagio fiero y de la crueldad mayestática; acervo inagotable de prodigalidad de emblemas, cifras y simbología, vívido eremita que puebla con su sino el sueño soberano de la pompa, la fiereza y de la ira; viril divisa del activo impulso en cuyo instinto reside la profundidad de lo convulso, prohibido y, en fin, del ingénito estigma de la potencia, de la estrenuidad, del poder, de la fuerza y de la oscuridad que reside en lo insondable de la conciencia.


Francisco Acuyo








EL OTRO TIGRE



And the craft that createth a semblance
Morris: Sigurd the volsung (1876)



Pienso en un tigre. La penumbra exalta
La vasta Biblioteca laboriosa
Y parece alejar los anaqueles;
Fuerte, inocente, ensangrentado y nuevo,
Él irá por su selva y su mañana
Y marcará su rastro en la limosa
Margen de un río cuyo nombre ignora
(En su mundo no hay nombres ni pasado
Ni porvenir, sólo un instante cierto.)
Y salvará las bárbaras distancias
Y husmeará en el trenzado laberinto
De los olores el olor del alba
Y el olor deleitable del venado;
Entre las rayas del bambú descifro
Sus rayas y presiento la osatura
Bajo la piel espléndida que vibra.
En vano se interponen los convexos
Mares y los desiertos del planeta;
Desde esta casa de un remoto puerto
De América del Sur, te sigo y sueño,
Oh tigre de las márgenes del Ganges.
Cunde la tarde en mi alma y reflexiono
Que el tigre vocatino de mi verso
Es un tigre de símbolos y sombras,
Una serie de tropos literarios
Y de memorias de la enciclopedia
Y no el tigre fatal, la aciaga joya
Que, bajo el sol o la diversa luna,
Va cumpliendo en Sumatra o en Bengala
Su rutina de amor, de ocio y de muerte.
Al tigre de los símbolos he opuesto
El verdadero, el de caliente sangre,
El que diezma la tribu de los búfalos
Y hoy, 3 de agosto del 59,
Alarga en la pradera una pausada
Sombra, pero ya el hecho de nombrarlo
Y de conjeturar su circunstancia
Lo hace ficción del arte y no criatura
Viviente de las que andan por la tierra.

Un tercer tigre buscaremos. Éste
Será como los otros una forma
De mi sueño, un sistema de palabras
Humanas y no el tigre vertebrado
Que, más allá de las mitologías,
Pisa la tierra. Bien lo sé, pero algo
Me impone esta aventura indefinida,
Insensata y antigua, y persevero
En buscar por el tiempo de la tarde
El otro tigre, el que no está en el verso.



Jorge Luis Borges






DIOSA





Dormida sobre el tigre,
su leve trenza yace.
Mirad su bulto. Alienta
sobre la piel hermosa,
tranquila, soberana.
¿Quién puede osar, quién sólo
sus labios hoy pondría
sobre la luz dichosa
que, humana apenas, sueña?
Miradla allí. ¡Cuán sola!
¡Cuán intacta! ¿Tangible?
Casi divina, leve
el seno se alza, cesa,
se yergue, abate; gime
como el amor. Y un tigre
soberbio la sostiene
como la mar hircana,
donde flotase extensa,
feliz, nunca ofrecida.
¡Ah, mortales! No, nunca;
desnuda, nunca vuestra.
Sobre la piel hoy ígnea
miradla, exenta: es diosa. 



Vicente Aleixandre











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